Los días pasados tuvimos frentes fríos en muchas partes del mundo, temperaturas menores a 10 grados centígrados y menores a 18 en climas tropicales.
Y qué hace una esclava ante tales situaciones medioambientales? En mi caso, pedir permiso al Amo para modificar algunas actividades y horarios, así como la forma de vestir, lo cual me fue concedido.
Del latín frigidus, el frío se define como la ausencia de calor. La sensación de frío es subjetiva y relativa, ya que depende de la percepción individual y de otros factores como la velocidad del viento y el grado de humedad.
La frialdad emocional es otra cosa y es frecuente que para muchos Dominantes constituya una norma implícita de conducta hacia su sumisa. Como si expresar sus sentimientos fuera un síntoma de debilidad y posibilidad de perder el respeto, siendo que es todo lo contrario, una señal de madurez y valentía al permitirse ser congruentes con sus afectos... en caso de tenerlos, claro está.
Las personas emocionalmente frías son distantes, calmadas, insensibles al entorno, misteriosas y poco comunicativas. Además tienden a ser deshonestas, inseguras, temerosas, cobardes, suspicaces y con tendencias depresivas. Solamente expresan y en forma contundente su distancia, lejanía y frialdad y utilizan esa misma distancia, el silencio o la indiferencia como su arma más efectiva.
En muchas ocasiones he escuchado que el peor castigo que un Amo puede dar a una sumisa es el silencio y su ausencia... cuando éstos van unido a la indiferencia, al desinterés y a una actitud de prepotencia y arrogancia, más que castigo es señal de que las cosas no van bien.
Un Amo que se comporta así no me produce admiración, respeto, ni deseo de obediencia. Ser esclava no equivale a ser blanco de maltrato psicológico.
Si bien el desprendimiento saludable, el desasimiento sano y el verdadero desapego son signos de equilibrio mental y emocional, la indiferencia es un error básico de la personalidad y conduce a la insensibilidad, la anestesia afectiva, la frialdad emocional y al insano desinterés por la otra persona.
Muchas veces la indiferencia es una máscara que oculta una hipersensibilidad que se defiende por miedo a sufrir una decepción, porque la necesidad de cariño no se ha satisfecho o para no parecer ridículo. Se recurre a ella en forma consciente o inconsciente para mostrar un grado de fortaleza y superioridad, pero no demuestra más que una limitación de la personalidad.
Y lo mismo vale para las sumisas, postrarse ante el Amo, dejarse hacer sin sentir la menor emoción o excitación para mí no tiene caso. Sin placer el BDSM se vuelve simple tortura.
Un Amo ha de ser como un sol, que con sus rayos ilumina y guía la vida de su esclava y ésta la luz, la fuente de calor, comodidad y alegría para él. Dos corazones vibrantes de energía y pasión latiendo al unísono!!!
"A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada".
J K Rowling