martes, 4 de octubre de 2011

Lilith y la tradicion griega

Existe un final diferente para Lilith, según la mitología griega... Hades, dios del mundo inferior, se enamoró de Proserpina (Perséfone) personificación de la primavera. Hija de Zeus, padre de los dioses y de Démeter, diosa de la tierra y de la agricultura. 
Hades quiso casarse con ella y aunque Zeus dio su consentimiento, Démeter era contraria a la boda. Entonces Hades-Plutón con la complicidad de Hécate (imagen de la luna nueva) surgió de las profundidades en un carro de oro mientras Proserpina cortaba flores en un campo de narcisos, raptó a la muchacha y la llevó a su reino.
Lilith convertida en demonio, replegada en las profundidades marinas, asume su personalidad afirmándose en ella y llega por el mismo impulso que le ha hecho abandonar el Paraíso Terrenal hasta el mismo infierno; desciende a los abismos y ahí junto a Plutón, el Señor de las Riquezas, comparte con ella el oscuro esplendor del mundo subterráneo; y así deja de ser Lilith “La Olvidada” para convertirse en Perséfone, “La Reina de los Infiernos.”
Démeter salió en busca de su hija perdida y al no encontrarla quedó desolada. Murieron todas las plantas y el hambre devastó la tierra. Por este motivo, Zeus envió a Hermes, mensajero de los dioses para que recuperara a Perséfone y la devolviera a su madre. Antes de dejarla ir, Hades le pidió que comiera un grano de granada, el alimento de los muertos. Así se vio obligada a volver al submundo y permanecer ahí durante la tercera parte de cada año.
Como diosa de los muertos y como diosa de la fertilidad de la tierra, Perséfone era la personificación de la renovación de la tierra en primavera. 
Este no fue el único cambio en la vida de Perséfone, ya que también se enamoró del bellísimo Adonis.
Adonis era un hermoso joven amado por las diosas Afrodita y Perséfone. Nacido de la unión incestuosa del rey Cliniras de Chipre y de su hija, Adonis fue puesto bajo la custodia de Perséfone, reina del mundo subterráneo. Cuando Adonis murió al ser atacado por un jabalí salvaje al que cazaba, Afrodita imploró al dios Zeus que se lo devolviese. Zeus decretó que Adonis pasaría los meses invernales con Perséfone en el Hades y los estivales con Afrodita.
A Lilith se le ha encontrado tambien cierta semejanza con las Xanas (Janas:Dianas) astures y las lamias del folklore vasco, aquellos seres similares a las hadas, a las ninfas y a criaturas de la Naturaleza, semejantes, servidoras y a veces representantes de la propia  Diosa Mari (la Gran Madre y tambien la Madre Tierra), que castigan y premian a los humanos (uno de sus regalos favoritos es la posibilidad de transmutar el carbon o paja de sus favorecidos en oro); que habitan en crateres, cavernas, cuevas y oquedades diversas, asi como en manantiales y fuentes; y que a menudo aparecen hilando o alisando su largo cabello con unos peines que semejan la media luna, o recorren los cielos, aureolada su cabeza con el blanco resplandor de la luna llena, o bien cruzan el firmamento portando una hoz de oro mientras arrastran consigo las tempestades y se envuelven en unas lenguas de fuego que desdibujan y afilan sus miembros inferiores.
Ademas, se ha equiparado a Lilith con seres semejantes a las ondinas o a las nereidas, imaginandola con la parte inferior de su cuerpo correspondiendo a un animal acuatico, tanto un pez como una serpiente marina.
Tambien se le ha vinculado con todas las Diosas Madres que conllevan un matiz de oscuridad, que reinan sobre los elementos (riquezas incluidas) del mundo subterraneo y que se relacionan con el aspecto vida y muerte de las cosas. Son cuna y sepulcro, principio y fin.
Sin olvidar que Lilith es representada popularmente como una hembra seductora, sin mas vestido que su propia piel, provista de abundante pelo rizado, que se extiende como un manto a su alrededor y que tiene por costumbre sentarse sobre la concavidad de la media luna. Se trata de la luna oscura, que aparece visible al tercer dia de la luna nueva en el horizonte  oeste, mostrando una breve franja de luz arqueada, permitiendo comtemplar las sombras que envuelven al resto de la esfera.
Tenemos entonces a Lilith como fascinante mujer, bello animal, ambiguo ser a medio camino entre el humano y la bestia, ente monstruoso, diablesa, fascinante demonio hembra y espectral habitante de las sombras, generadora de seres aberrantes. Pero siempre impulsada por la pasion y rodeada por un magnetico halo de misterio, de transgresion, de oposicion, malignidad, peligro, desacato, rebeldia, tentacion y... deseo.
Y por el contrario, es tambien imagen de frescura, espontaneidad, independencia, libertad y tal vez autenticidad, porque todo simbolismo es ambivalente y  polivalente.
Un analisis del mito, muestra que Lilith abre las puertas de lo prohibido. Rompe con lo estipulado por el Creador para la raza humana, quebranta lo establecido, se querella contra el orden natural de las cosas, abandona el lugar propio de la humanidad, transgrede los limites impuestos a los seres humanos y por ello se le coloca fuera del mundo de los hombres y se convierte a si misma en apatrida, exiliada y diferente.
Es por su actitud frente a las normas, que se le considera instigadora del deseo proscrito y fomentadora del desacato, en general, frente a las reglas sociales establecidas y su reaccion ante la injusticia. 
Por ello, en las sociedades patriarcales como la judia, se le considera un ser nefasto y maligno, se le asocia con lo diabolico y se le vincula con la tentacion y la transgresion, "que hay que evitar si se pretende mantener un orden sociocultural determinado. "
Como si la sociedad actual tuviera que mantenerse como ahora se encuentra... ainsss!!!

5 comentarios: