Al escribir esta entrada cumplo una orden de mi Señor Tarha y lo hago sin mayor pretensión que no sea demostrarle mi obediencia total. En esta ocasión he de dar varias definiciones de lo que soy cuando estoy ante él, en lo que me ha convertido, para que todos sepan lo que soy, a quién pertenezco y lo que hago para complacerle. Así que comienzo mi relato de lo acaecido hace un par de días:
El sábado por la tarde estaba hablando con mi Dueño cuando surgió un imprevisto y así se lo comuniqué, solicitando su permiso porque había que salir de la mazmorra de inmediato y pasar la noche en otro lugar. En cuanto llegué al otro sitio mientras charlábamos de variados temas y como estaba un poco oscuro, de pronto preguntó:
-“ ¿Estás sentada en el suelo?”
- Sí mi Señor, en flor de loto.
- “¿Sobre la falda?
- No Amo, que en el trayecto me he cambiado de ropa por comodidad.
- “Bien sabes que tenías que haber pedido permiso”
- Sí Amo, inmediatamente me pongo la bata roja.
- “De rodillas. Bien, mañana has de usar la braga de castigo mientras terminas la lista de ropa, pero por usar atuendos que no te corresponden ahora tendré que imponerte otro castigo”.
- Sí Señor, arrodillada ante Usted acepta la culpa la kahira, humildemente suplico su perdón y admito cualquier castigo que desee aplicarme, derivado del error cometido. Meva culpa.
- “Debías de haber pedido permiso con anterioridad, preciosa… mañana además de las bragas de castigo tendrás que usar un plug en el culo mientras no termines la lista y cuando finalices te los quitarás y recibirás 45 azotes”
- Sí mi Señor… justo es.
- “Ya, ya… pero qué seria estás”
- No está seria su kahira, Amo, sucede que en el trayecto tuve un leve percance y me he lastimado la rodilla izquierda, un leve golpe, mi Señor.
- “Siéntate, tenías que habérmelo dicho desde el principio… pero sentada directamente sobre el suelo y no sobre la bata".
- Sí Amo, el cuerpo de su kahira directo en el suelo.
- “Así mejor”.
Continuamos charlando y posteriormente me pidió que le describiera el entorno físico del lugar. Habiendo hecho esto, dijo:
- “Hoy dormirás desnuda como siempre pero ahora sobre la cama, en el suelo no, por la rodilla, pero lo harás con la cabeza en los pies de la cama y tus pies en el cabezal”.
- Así será mi Señor, ¿existe algún motivo en especial para ello?
- “Porque sí”.
- Esa es la más válida razón, mi Dueño, su capricho es mi total obligación, sus más mínimos deseos son mis más sagrados deberes.
- “Ponte de pie… linda bata y corta, levántala descubre tu coño y acércate, cuenta hasta 5 y vuelve a sentarte”
La kahira obedeció al instante, lo cual complació a mi Señor y continuamos charlando un buen rato acerca de la diferencia entre las distancias físicas y la distancia del alma, entre otros temas, algunos de los cuales me hicieron llorar.
- “Ya es tarde perrita mía, deberías descansar”.
- Mi descanso es estar ante su presencia, querido Amo y le agradezco todo el tiempo que me dedica y el interés por las cosas que diariamente me acontecen.
- “Es lo normal, y dime ¿ahora dónde estás sentada, en la cama?
- Sí Señor, que hace un poco de viento, amenaza tormenta.
- “Desnúdate. Esta noche dormirás en la cama, como te dije, además te lo has ganado. Ponte de pie y abierta de piernas con las manos tras la espalda, a los pies de la cama. Voltéate y muestra las partes de tu cuerpo que te vaya ordenando. Además quiero ver como se pasea mi perra, vamos, da 3 vueltas”
- Dormiré desnuda y al revés y con cara de haber llorado, sin duda mi Señor.
- "Pero preciosa"
A cuatro patas, desnuda y ahora con mucha luz, obedecí sus órdenes, hasta que me hizo sentarme en el suelo, entonces le dije:
-Amo, otro accidente... ha quedado alguna gota de sangre en el piso, de la rodilla, mostrándosela.
- “No me dijiste que te hubieses cortado, pensé que sería un morado solamente… has de decirlo todo claro kahira para evitar fallos, afortunadamente no es nada grave, ahora se te ve de maravilla, con nitidez y quiero verte toda, ¿no te gusta que te vea desnuda acaso perra?”
- Usted me puede ver como quiera, mi Señor -mientras limpiaba la gota de sangre que recogí en un dedo en mi boca-, cada momento su propiedad se siente más cómoda ante la mirada del Amo. Además es un deber de la kahira no tener el más mínimo pudor ni ocultamiento ante el Señor.
- “Y eso me agrada, ahora ve a descansar y despídete, pero antes humíllate con 10 definiciones diferentes, eres….”
Y esta kahira contestó:
· Soy solamente un objeto, de su propiedad.
· Soy su perra esclava.
· Soy su juguete sexual, sin derechos.
· Soy su zorra salida que se humedece en cuanto le ve.
· La que se arrastra a los pies del Señor.
· Su mascota que a 4 patas le sirve de diversión.
· Su depósito de semen, tres orificios andantes, una real puta a su servicio.
· El objeto que usted usa como le viene en gana, a su capricho como mueble o simple adorno.
· Que está a su disposición las 24 horas cuando quiera, donde sea y como se le antoje.
· De la Ama que usted conoció, ya nada existe, solamente queda su propiedad y en sus manos mi vida, Amo.
-Bona nit, mi Señor.
Y me fui desnuda a la cama y con sorpresa sin sentir ya ningún dolor, ni en la rodilla ni en mi corazón, pensando en los 45 azotes que me esperan y satisfecha con otra jornada más de absoluta sumisión. Y además comprendiendo que el más mínimo detalle que me suceda he de hacérselo saber al momento, porque ví su cara de preocupación ante la posibilidad de que me hubiese hecho daño al cumplir sus órdenes. Todos los días se aprende algo...
lilith {T}
Emotiva manera de recordar esa noche.
ResponderEliminarBienvenida, Marlowe
ResponderEliminarPreste Juan:
ResponderEliminarHola de nuevo y encantada que sigas nuestro blog.
lilith {T}
Bienvenidos a este sitio, Señor Adriano y torimbia.
ResponderEliminarmis saludos respetuosos a usted, señor y besos a su sumisa
lilith {T}
Amo y Señor Tarha:
ResponderEliminarEmotiva y maravillosa noche con terremotitos y todo...
Suya siempre
lilith {T}